Opinión de mercados
La FED se mueve primero…
Hoy a las 4pm expiró la quinta estrategia de este año con una rentabilidad anualizada de un 6,63%%, lo que deja el año en una rentabilidad ytd de 2,02% y anualizada de un 4,84% (4,32% anterior).
La FED sorprendió con un discurso hawkish más pronto de lo esperado por el mercado que propició un rally del USD sin precedentes desde marzo del año pasado. Un recorrido de un 3,3% frente al euro que activó las estrategias automáticas de defensa propiciando un posicionamiento seguro hacia mayores debilidades del euro. De hecho, como decimos, “in range we win, in trend we lose a little or doble win”. La estrategia de eurusd consiguió un resultado anualizado de un 8,56% frente al 5,06% pronosticado, mientras la estrategia de eurgbp mantuvo lo perseguido sin actividad alguna durante el mes. Un 4,70% anualizado.
Ayer iniciamos la quinta estrategia con un objetivo de rentabilidad anualizada de un 4,88% hasta el 21 de julio. La estrategia incluye la reunión del BOE del 24 de junio, y excluye las del ECB del 22 de julio y de la FED el 28 de julio.
Situación de mercado
Los dos drivers que comentamos en la anterior comunicación, que comenzaban a asentarse en los mercados, inflación y respuesta de los bancos centrales, lo hicieron de repente en la reunión de la Fed del pasado miércoles, sorprendiendo al mercado.
Los tipos a corto del Usd experimentaron una subida rápida que llevo al USd en volandas desde niveles de 1,2250 hasta por debajo de 1,1850. La alta correlación entre ambos activos, ya muy presente antes de la reunión, lo hizo posible. Esta correlación tan fuerte y el stance dovish de la FED hasta el momento era lo que sostenía con comodidad al EURUSD por encima de niveles de 1,2000, en un entorno de baja volatilidad.
Los enormes flujos que veíamos en los días y semanas anteriores hacia letras y bonos de corto plazo actuaron como colchón anti-pánico en un mercado muy saturado desde que comenzó el QE. La incertidumbre sobre cómo se realizará la retirada de estímulos y sobre cómo quedará el estado de la economía después de los dos fuertes años de crecimiento pronosticado, hizo que los tipos a largo plazo “volvieran” después de un rally por encima de 1,60% para el Treasury a 10 años en EE.UU. Datos sobre la utilización de tarjetas de crédito en compras en varios países añaden incertidumbre sobre evolución futura de la demanda, así como datos que decepcionan en ventas al por menor.
La velocidad sin precedentes de la caída de la actividad económica motivada por la pandemia COVID también provocó una caída de la demanda también sin precedentes por su tipología. Sea por los sucesivos confinamientos como por los miedos de los consumidores. Esta nueva situación atípica se atajó con un paquete de estímulos (déficit + expansión de balance) también sin precedentes en la historia moderna: en conjunto un 30% del PIB americano en 2020 y según analistas de Deutsche Bank quedará por encima del 20% en este año (frente a un 10% en la crisis de 2008). Una explosión del déficit federal de entre un 14%-15%, y no incluimos el paquete sobre infraestructuras…
Todos estos estímulos directos elevaron los ingresos disponibles en más de un 5% comparado con 2019 y con la caída de un 1% en 2009 frente al 2008. Así, y al no poder gastar durante muchos meses, tenemos unos ahorros en máximos históricos en un 10% del PIB.
Junto con la falta de capacidad de reacción por parte de la oferta, no es extraño que el fantasma de la inflación aparezca cada vez más grande.
Sin ánimo de entrar en más profundidad en el tema, considero que la FED ha hecho bien iniciando las conversaciones sobre el tapering. Es el primer paso en una política monetaria que tendrá que dar lo mejor de sí misma en los próximos años. La reunión de banqueros centrales en Jackson Hole a finales de agosto puede añadir certezas sobre sus intenciones.